Salida accidentada

Lo que debería haber sido la primera salida del equipo con almuerzo como dios manda (sentados y servidos) ha resultado ser la más accidentada de nuestra breve historia. Y eso que, tras casi una semana completa de lluvias y frío, ha amanecido un día de cielo despejado y sol que prometía una salida cómoda y agradable desde el punto de vista climatológico. Cuando llevábamos algo menos de diez minutos de salida y nos dirigíamos a encontrarnos con Xavi en el Hospital de Mataró, Andrés hace una cabrita, se le va la bici, no puede sacar los pies de los automáticos y se pega un espaldarazo de padre y señor mío. Resultado: una vértebra dorsal rota que lo mantendrá fuera de juego durante unos dos meses. Una gran putada personal y laboral, entre otras cosas porque se lo ha hecho en llano y de la forma más tonta (como se suelen hacer las cosas gordas). Más aún teniendo en cuenta que nuestro equipo, salvo excepciones, somos gente prudente y respetuosa con la bici. Al final, siempre hay que dar gracias, ya que de no llevar la mochila con la bolsa de agua, aún estaríamos hablando de varias vértebras rotas. En definitiva, lesión dolorosa y puñetera por lo incómoda pero sin mayores consecuencias presentes o futuras. El equipo ha acompañado a Andrés hasta el momento en que Mari ha llegado al hospital y hemos decidido por unanimidad suspender la salida. Eso sí, nos hemos ido a desayunar a La Mandolina, lugar donde uno se plantea qué es más adecuado para las salidas: si la barrita energética o el bocata de media barra de lomo con queso (olivitas y cafés invitación de la casa). Así acaba esta desgraciada salida. Y como de escrúpulos vamos justitos, ahí van las fotos. Como me ha dicho Andrés hace unos minutos por telefóno "¿Es que no tienes otra cosa que hacer que lo de la página web?". Pues no, tío, tengo todo el día de fiesta. Todo el equipo te desea una pronta recuperación, pero no te hagas ilusiones que el momento de los homenajes todavía no te ha llegado. ¡Nos vemos!.