Entre semana

Salida corta pero intensa, haciendo una vuelta de la Medijocs. Salimos del ya conocidísimo Hospital de Mataró, con mucho abrigo, ya que el sol que aparece en el cielo no parece calentar nada. Xavi venía con ganas, porque hacía tiempo que no cogía la bici (la semana pasada sólo pudimos almorzar, "ya tú sábe"). Hay que desengañarse: un Xavi bajo de forma continúa siendo una máquina. Así las cosas, he intentado que no tuviera que esperarme mucho, pero sé que podría haberse ido tanto en bajada como en subida cuando hubiese querido. Acabada la eterna subida hasta el cruce del campo de tiro, paramos a hacer una foto y a quitarme las mallas largas (me sobraban hasta las pestañas...). Bajamos hasta el desvío del camino estrecho para constatar que está cerrado (no sé cómo lo harán para la carrera), así que subimos otra vez por donde hemos bajado (la subida es rompedora) hasta el anterior desvío que lleva a la casa grande. Llegados a la bajada que circula al lado de un muro (después de la de las raíces) a Xavi se le va la bici lateralmente y estrena las mallas que le trajeron los Reyes Magos (¡sí, sí, no venía con pantalones de pana!). Caída sin consecuencias que lo único que demuestra es que los carteles de los autobuses de Barcelona están equivocados: Dios sí existe y además reparte para todos (aquí se cae hasta Jesucristo, si es que algún día decide fichar por el equipo). Seguimos hacia la subida de la casa por un terreno muy pesado por la humedad y la arena. Ya de vuelta, más fotos y me llevo a Xavi por la bajada del hombre de la caña, que no había hecho nunca. Acabamos con un frío de narices (sudados y en bajada a toda pastilla). Ya de vuelta a casa me he pasado a ver a Andrés, que está dolorido pero consciente, orientado, normocoloreado y normohidratado. Me da recuerdos para todos y se apunta para la próxima salida (inocente...).

Este sábado volveré a salir, por si alguien quiere apuntarse, pero no saldré el domingo (por trabajo).

Nos vemos!