Moi, lluvia y brujas

Por fin me he podido sentar a escribir la crónica del pasado domingo!. Fue un día raro, porque yo, de entrada, me dormí, y salimos casi a las nueve. Habíamos quedado en la Arquera Moi (un compañero del hospital) y yo, pero Xavi se apuntó esa misma mañana. Salimos rumbo al Pou de Glaç con la amenaza de lluvia sobre nuestras cabezas, con un cielo plomizo, pero sin nada de frío (lo dijo Xavi, todo un referente en temas centígrados). Llegando a Dosrius empieza a llover, pero decidimos seguir adelante. Pedalear bajo la lluvia es menos molesto de lo que me imaginaba. Es un poco como hacerlo de noche: las sensaciones son diferentes. Ayudó el que no hiciera viento, por aquello de quedar calados. Llegando a Canyamars, cesa la lluvia y sorpresa: fiesta del Bosc Medieval, con el pueblo disfrazado como si del medievo se tratara. Y, como no podía se de otra forma, un aquelarre montado en el Pou de Glaç. Curioso, pero no nos demoramos: ya llevamos bastante retraso. Subida como siempre: Xavi de destroyer, yo a mi ritmo y Moi sufriendo una doble suspensión no bloqueable, pero sin bajarse de la bici (todo un campeón). Desayuno en la Cruz de Rupit y bajada, donde la bici de Moi nos enseña para lo que está hecha. Rápida llegada a las Cinc Sènies llenos de barro hasta las cejas (las bicis, irreconocibles) y cada mochuelo a su olivo. Creo que Moi vendrá más con nosotros: está huérfano de compañeros de salida y le gustó el entorno de la salida. Os dejo los perfiles de la salida en mi enlace Flickr. A ver quién se anima este domingo!.