martes, 18 de agosto de 2009

Al borde del golpe de calor








Como estoy de vacaciones (me gusta comentarlo...) decidí preparar una salida sobre el plano para el pasado domingo. Me bajo de la página web de los BTT Badalona una ruta desde Badalona hasta el Castell de Burriac. Cojo el Compe GPS Land, recorto por aquí, añado por allá y me monto una ruta desde Mataró hasta Badalona por el Camí del Mig y de vuelta por la Serralada Litoral hasta Òrrius, donde le añado parte de una de las rutas que hacíamos al principio (la de la riera de Òrrius, pero de bajada). Contento con el resultado, salgo de casa el domingo hacia las 7:40 horas, yo solo ya que Sergi no se encuentra bien y el resto del equipo ya me confirmó que trabajaba. Dos errores en uno: salir tan tarde para una ruta de unos 50 Km y salir yo solo con el día que se planteó después. El día comienza con un fresquito agradable que no hace presagiar el calor de las horas posteriores. Llego a Badalona sobre el horario previsto: una hora y cinco minutos, sin apretar demasiado, ya que me lo planteo como un calentamiento previo al esfuerzo. Sin parar, subo por Martí Pujol hasta el cruce con la autopista y me meto por un desvío que indica Monestir de Sant Jeroni. Sigo por allí por una pista con bastante inclinación sin quitar ojo del GPS: no en vano, estoy siguiendo un recorrido que yo mismo he "pintado" sobre un plano de Google Maps (sorprendentemente, el recorrido es fiable al 100%!!!). Sigo en subida y adelanto a un par de bikers que llevan un ritmo inferior al mío (no me parece tan dura la subida, francamente, como para ir con el molinillo...). Salgo a un corto tramo de carretera donde hay un espacio para descansar con la bici. No paro porque voy bien de fuerzas, el sol no aprieta mucho y no sé cómo iré de tiempo al final. Me meto por un GR y ya empezamos con la pista a la solana. Increíble lo que puede cambiar un recorrido en 500 metros. El sol empieza a caer de plano y decido quitarme el casco. Me paro al final de una subida, a la sombra de unos pinos donde dos bikers más están haciendo un descanso. Rehidratación y espero a que se vayan los dos individuos para conectar en mi forma habitual con la naturaleza. Continúo la subida y rápidamente me doy cuenta de que haber dejado lastre ha sido una magnífica idea, ya que lo que viene a continuación es una pendiente implacable, algo escalonada y al sol. Una subida larguísima, que no engaña: estás viendo todo el rato lo que te vas a comer, sin sorpresas ni recodos que alberguen la esperanza de encontrar un llano. Tanto rato subiendo y mirando el trazado me doy cuenta de que estoy subiendo el famoso "Montirolo". Lo reconozco por las fotos que he visto de Xavi y Deivi. Y yo estoy compartiendo esfuerzo con ellos en una extraña conexión que me hace sentir más Explosion que nunca: esto hay que subirlo como sea. Y así se hizo: jodido pero llegado a la tan fotografiada curva con Badalona al fondo. Allí el GPS me indica un desvío hacia la derecha. No sé si mis compañeros siguieron más hacia arriba, pero hoy yo tenía otro rumbo: no es plan de inventar si no sabes dónde estás. Inicio una bajada que rápidamente se estrecha y se hace cada vez más cubierta. No deja de sorprenderme, ya que hasta ahora todo el recorrido era solana y más solana. Paso por detrás de Can Ruti (foto) y bajo una divertida y fácil trialera hasta una especie de colegio/casal en medio de la Conrería. Veo un grupo de bikers cargando agua en una fuente y me paro a refrescarme. Foto y al tajo. Sigo por una carretera hasta el desvío donde indica el GR92. Más pista y más subida. Empiezo a fijarme más en el GPS. El recorrido ha sido hasta ahora casi todo subida, pero llegados a la cota de los 410 metros, todo es bajar para volver a subir: bajas 50 metros, subes 50 metros, bajas 80 metros, subes 80 metros.... Un rompepiernas porque a estas alturas los 20 kilometrillos de "calentamiento" ya me empieza a pasar factura. Todo el recorrido hasta llegar a una urbanización es pista y eso me agobia (ya lo sabéis) pero lo que me esperaba después era todavía peor: más pista, más ancha, con prácticamente ninguna sombra y una subida más suave pero más larga que la del Montirolo. Ya me sobran hasta las gafas: a la que encuentro una somba me paro (más por calor que por cansancio) y vacío el bidón de agua en la cabeza, no me vaya a dar algo. Menos mal que me había llevado tres latas de refresco además del bidón: me enchufo una Coca-Cola mientras veo a dos señoritas en bici que suben la cuesta a un ritmo acojonante. Se van acercando y.. bingo!. dos antiguas pacientes mías del Masnou. Una de ellas sé que hacía triatlon. Cambio de impresiones y me dan muchos ánimos cuando les digo desde dónde vengo. Ellas han salido a dar una vuelta rápida pero intensa por Alella (ahora ya me sitúo). Nos despedimos y vuelta a la subida. Ya renuncio al casco y a mirar el reloj: el objetivo es llegar y no sufrir daño alguno (no debería haber salido solo...). Me paro en un mirador desde donde se ve hasta Montmeló e incluso el Circuito de Catalunya (eso dice el cartel de la foto que os pongo). Otra Coca-Cola y seguimos hacia delante. La cuesta se va allanando, pero sigue hasta que llega una bajada larguita. Me mosqueo porque hasta ahora lo que se baja luego se sube. Y así es: desvío hacia la Roca d'en Toni (yo, sinceramente, ni la he visto) en una subida cruel y sin desperdicio que hace que desee que se acabe esto de una vez. Finalmente, llego a terreno conocido, allá en Òrrius. No es momento de completar el recorrido yendo hasta el Castell de Burriac, por lo que lo dejo para otra salida. El resto es bajada, que hago de forma rápida y eficiente, sin florituras, porque ya llevo más de 5 horas en bici y me duele básicamente el culo. La vuelta a casa, por la riera de Argentona (nunca me ha costado tanto pedalear cuesta abajo) y llegada a casa para completar 5 horas y 45 minutos de jugueteo con el golpe de calor. Al track me quedo con las ganas de pasarle el IBP porque he tenido que resetear el GPS por un problema con el ordenador que al final mi amigo Luís Suñol con su infinita paciencia (y tras una hora y pico al teléfono) me ha ayudado a solucionar. En definitiva, un recorrido para otoño/invierno ( con calor, ni pensarlo), largo pero factible (no me he tenido que bajar de la bici en ningún momento por la dificultad del terreno) y que me reservo la opción de hacerlo en sentido contrario, con la vuelta hacia Mataró descansando por la playa.
Nos vemos!.



3 comentarios:

xavi dijo...

Estas fatal, salir solo un dia así es un graso error. Por todo lo demás, eres un crak!!! Creo que fuiste por el mismo camino que yo queria llevaros, justo donde hiciste la foto te tiras para mano derecha, y empiezas la bajada.

Angel dijo...

Pues por ese camino que baja (la Conrería, creo) hay infinidad de posibilidades, con muchos cruces de senderos. Lo malo es llegar hasta allí: la subida se hace larga pero como tú decías no por lo difícil, sino por lo prolongado.

Moi dijo...

moi
welcome al territorio de las dos torres, jajajajjaaja donde para cada salida, tienes que sufrir llegar a la torre del vigia, y luego tu decides seguir o volverte pa tras con unos kilometros ridiculos en tu cuentakilmetros, y tu petadisimo jajjajaaja, es el infiernoooooooooooo!!!!!!!!