Y es que cuando te decides a coger un camino desconocido es posible que te pase lo que nos ha pasado hoy a Andrés y a mí: que aprendas que por ahí NO HAY QUE PASAR MÁS. Nos hemos metido en un berenjenal que a mí me ha obligado a coger la bici en brazos en una ocasión. Al final, como todo, vuelta a una pista conocida y acabada del recorrido sin más incidentes. Salida minimalista (éramos dos), corta pero intensa, con una riera de Clarà con más tierra que nunca. Y Andrés que no deja de sorprendernos con sus recursos (véase la foto).
Nos vemos!
1 comentario:
Bonitos senderos y bonitas pasadas, así se hace Andrés!!!
Publicar un comentario